domingo, 3 de marzo de 2013

La Generosidad
La generosidad es una virtud que difícilmente se puede apreciar en los demás con objetividad. En el momento de juzgar los actos de otras personas estaremos, normalmente centrando la atención en el que recibe o en las características de la aportación.

Generosidad es un concepto que se refiere a la inclinación a dar y compartir por sobre el propio interés o la utilidad. Se trata de una virtud y un valor positivo que puede asociarse a la caridad.

La persona generosa piensa en repartir aquello que tiene con otros menos afortunados. Su conducta  se basa en reconocer las necesidades del prójimo y tratar de satisfacerlas en la medida de sus posibilidades.
La Pureza



La pureza, es el valor de la hermosura, de la limpieza. Pureza, es el estado en que todo parece pulcro, sublime, lleno de motivos para ser admirado.

Una persona que guarda dentro de sí la pureza, es la que valora su vida, es la que tiene motivos para sonreír y emana respeto.
Mantener la pureza en nuestra vida y en lo que hacemos, es lo que nos permite realizar cosas maravillosas por los demás y por nosotros mismos, es lo que nos impulsa a implantar la belleza en nuestros actos.

Pureza es libertad de todo lo que debilita, impide o cambia la naturaleza de un ser o su actividad. Pureza de fe significa ausencia de error; pureza de intención es la exclusión de la propia voluntad a favor de la voluntad de Dios; pureza de conciencia es la ausencia de sentido de culpa; pureza en la moral se refiere generalmente a la virtud de la castidad, pero en términos más amplios se refiere a una vida moral intachable.

La Disciplina



La disciplina es el valor de la armonía, porque todo guarda su lugar y su proporción. Los seres humanos debemos tender a nuestra propia armonía de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin. Para conquistar este valor hay que empezar por aprovechar nuestra necesidad de orden en las casas y para ello hay que tenerles un lugar a cada cosa y mantenérselo por medio de la disciplina, poner siempre allí esas cosas. También hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en nuestras pertenencias.



La Disciplina es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos para poder lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona. La principal necesidad para adquirir este valor es la Autoexigencia; es decir, la capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo "extra" para ir haciendo las cosas de la mejor manera. El que se sabe exigir a sí mismo se hace comprensivo con los demás y aprende a Trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La disciplina es indispensable para que optemos con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que nos va dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar.

La Lealtad


La lealtad es un término estrechamente relacionado con la fidelidad, la confianza y la amistad. La lealtad es una virtud, un compromiso con lo que creemos, con nuestros ideales y con las personas que nos rodean. La lealtad está íntimamente ligada al carácter de una persona, a su valor y honor.

La lealtad tiene que ver  con el sentimiento de apego, fidelidad y respeto  que nos inspiran las personas  a las que queremos o las ideas con las que  nos  identificamos.  Los que son leales poseen un alto sentido   de compromiso y ello les permite ser constantes en sus afectos y cumplidores de su palabra.

La lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Sin embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.
El Perdón


Amar a quién nos ama es algo común con los paganos. Todos los hombres lo hacen, más o menos. Pero el seguidor de Cristo debe vivir un amor superior. Debe amar también cuando le ofenden y le persiguen. Debe perdonar. 

Perdonar es el camino de la sanación, es el dejar marchar la dureza que se tenía hacia una persona; soltando todas esas cosas que abrigábamos contra esa persona y soltándola de ese vínculo; perdonar es un proceso que dura toda la vida y se va recibiendo la gracia en cada momento.

El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho. Perdonar es un proceso complejo. Es algo que sólo nosotros mismos podemos hacer. Al ofrecer este regalo a la otra persona, nosotros también lo recibimos.
La Responsabilidad


 La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.


La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido.

También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.

Responsabilidad significa capacidad de responder, de dar cuenta de nuestros actos. La conducta irresponsable es conducta inmadura. Asumir una responsabilidad ser responsable es indicio de madurez.