miércoles, 27 de febrero de 2013


La Amistad

La amistad es un valor universal. Está claro que difícilmente no podemos sobrevivir en la soledad y el aislamiento. Necesitamos a alguien en quien confiar, a quién llamar cuando las cosas se ponen difíciles, y también con quien compartir una buena ocasión. Caerse bien es algo muy fundamental dentro de una relación de amistad.

Las amistades normalmente comienzan de imprevisto, y muchas veces sin buscarlas. En el camino de la vida vamos encontrándolas. Y todo comienza porque alguien "nos cae bien" y se convierte en una buena persona.

Nos permite tener experiencias y adquirir conocimientos. Es uno de los valores más hermosos y poderosos, pero debe ser recíproca y sincera para que sea verdadera y duradera.

La amistad se basa en la mutua confianza, el objetivo es ayudar al otro y consecuentemente a sí mismo. No se impone, ni se programa, como todo en la vida requiere de un esfuerzo para conseguirlo y lo más importante es poner los medios para lograrlo.
La amistad es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de compartir experiencias, conocimientos e incluso medios económicos. Los lazos de amistad se potencian recíprocamente y no puede existir por separado. La realidad de la amistad es dual. Implica la existencia de al menos dos personas. La amistad necesita a un interlocutor para compartir, crecer mutuamente y descubrir (se) en él sus valores y también sus deficiencias.

El buen amigo no anula al otro sino que lo potencia, es su compañero y un facilitador de sus muchas posibilidades. Sufre cuando tú sufres y se alegra cuando tú te alegras. No es envidioso, ni prepotente ni se aprovecha de ti.

Un buen amigo:
• Sabe todo de ti.
• Te quiere tal cual eres.
• Está contigo en los momentos buenos y en los momentos malos.
• Comparte las alegrías contigo al igual que tus sufrimientos.
• Te apoya cuando lo necesitas.
• Nunca trata de anularte.
• Te da buenos consejos.


 

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